martes, 25 de abril de 2017

Turnicidad en el trabajo. Recomendaciones dietéticas

Posibles riesgos para la salud al  trabajar a turnos.


                                     



Los trabajadores a turnos presentan una mayor incidencia de trastornos gastrointestinales y enfermedades relacionadas con el corazón. La posible causa es la mala adaptación del ritmo circadiano endógeno a los frecuentes cambios que experimenta un trabajador a turnos. Se consideran  ritmos circadianos los que están relacionados con  el vaciamiento gástrico, la motilidad intestinal, las actividades de las enzimas hepáticas, la secreción biliar, la actividad hormonal y la termogénesis inducida por los alimentos. A consecuencia de la alternancia de turnos, se pueden desarrollar anomalías importantes en sus respuestas hormonales y metabólicas. 


                                                                     




Según varios estudios científicos los trabajadores a turnos podrían ver afectada la calidad nutricional de la dieta. En la turnicidad laboral la presencia de hábitos alimenticios poco saludables como  el consumo frecuente de alimentos de alto poder calorífico y azucares simples como los snacks, dulces y refrescos podrían aumentar la ingesta energética con la consecuente repercusión en la salud. Frente a ello es conveniente corregir los hábitos alimentarios anómalos para poder implantar las medidas preventivas encaminadas a promocionar rutinas alimenticias más saludables y tratar precozmente aquellos trastornos nutricionales derivados de los malos hábitos, como son la hipercolesterolemia, la diabetes y la obesidad entre otros.


Las deficiencia mayoritarias que padece el personal a turnos 


La mayor parte de los individuos sujetos a turnos tiene una ingesta de proteínas, lípidos y colesterol ligeramente elevados mientras que la ingesta de hidratos de carbono y fibra  esta disminuida con respecto a los valores recomendados. Según los estudios del Dr. Vetter. C y su equipo los trabajadores a turnos tienen una serie de hábitos nutricionales que mayoritariamente llevan a este colectivo a tener una serie de carencias y son propensos a desarrollar diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, hiperlipidemia, altos índices de PSA y por tanto un mayor riesgo de padecer cáncer de próstata, así como, mayor riesgo de padecer cáncer de mama en el caso de las mujeres, consecuencia de un elevado consumo de ácidos grasos saturados (SFA).

Del resultado de varios estudios como los realizados por el Dr Da Silva y su equipo o el Dr. Soneti y sus colaborados ponen de relieve  la necesidad de desarrollar programas de promoción de la Salud (hábitos alimentarios y actividad física).








Las recomendaciones  para equilibrar la dieta   en el colectivo de turnos y evitar posibles carencias 


Frente al riesgo de diabetes es recomendable aumentar el consumo zumos frescos de naranja y/o limón, aumentar el consumo de aceite de oliva, incluir las almendras y los pistachos en la dieta del orden de 30g/día y evitar el consumo de azúcar y sustituirlo por edulcorantes artificiales.




 Para disminuir el riesgo de cáncer de próstata es recomendable aumentar el consumo de tomate procesado (asado, restregado, en salsa, gazpacho), incorporar espinacas a la dieta, frutos secos como nueces y almendras unos 30g al día, 3-4 días a la semana y pan integral de trigo y/o pan integral de centeno diariamente.


                                         


Frente al riesgo de enfermedad cardiovascular se aconseja aumentar el consumo de frutas y verduras, aliñar siempre con aceite de oliva virgen, evitar el consumo de salsas, margarinas y lácteos no desnatados, aumentar el consumo de hidratos de carbono complejos ( pan, pasta, arroz quinoa), tomar legumbres del orden de 3 días a la semana, aumentar el consumo de pescado y bajar el de carne de cerdo, ternera y cordero y aumentar el consumo de carnes de ave. Incorporar zumos cítricos e infusiones como el té y el rooibos en sustitución a refrescos y cafés. Tomar frutos secos naturales o tostados sin sal  y chocolate negro (70%) del orden de 3 veces a la semana unos 20-30 g. Acompañar  una dieta equilibrada con la práctica de ejercicio físico unos 30 min al  día de ejercicio moderado. 





Frente a  las carencias de fibra se aconseja para subsanarlas tomar pan y pasta integrales, arroz integral, quinoa integral, cereales integrales y semillas como el sésamo para añadir a las ensaladas, pescados a la plancha, y a yogures desnatados bioactivos, además de incrementar el consumo de frutas, verduras y legumbres y la práctica de ejercicio físico para compensar el índice de masa corporal y facilitar la motilidad intestinal. Unos 30 min al día de actividad moderada o 1 h de paseo o 10.000 pasos al día.



Sugerencias de rutinas dietéticas


En las siguientes tablas (1 y 2) se recogen algunas sugerencias para las cinco comidas recomendadas al día. Un desayuno o equivalente antes de empezar el turno, merienda o picoteo entre horas, comida a medio turno o al finalizar el mismo, según el turno que sea.  
Se presentan diversas alternativas para cada una de las comidas que se pueden preparar previamente y portar en envases apropiados para calentar si es preciso en el  microondas.



              Tabla 1. Sugerencias de rutinas dietéticas

Antes de la cena se recomienda una merienda energética que ayude en el transcurso hasta la cena, pues está, bien sea  al finalizar el turno o  previó a la hora de acostarse, se recomienda que sea ligera y relajante para facilitar el sueño, como se sugiere en la Tabla 2.


Tabla 2. Sugerencias de rutinas dietéticas

Es conveniente programar los menús de interés para el día siguiente de manera que se puedan elaborar previamente y trasportar al centro de trabajo adecuadamente hasta su consumo en aras de mejorar la alimentación y por ende la salud.

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